Demasiado verde
para madurar,
demasiado marrón
como para recordar
la felicidad.
Todavía sigo
demasiado azul
para volar,
y demasiado amarillo
para poder camuflarme
en esta gris ciudad.
Avanzo por esta selva,
repleta de rosas carnes
buscando unas
que me recuerden
a las tuyas,
siempre color café.
Mi futuro sigue negro
tal como lo dejaste,
y los ojos rojos,
rojos y cansados
de buscarte.
Me aferro al blanco
del destino
y al naranja rancio
de mi presente
Y hasta que no inventen
más colores,
cuando pregunten por mí
tu diles que al morado
me fui a morir.
http://www.youtube.com/watch?v=NVF-0JKLnd4