Le sobraron lo amores,
pero ella nunca
fue muy de ahorrar
que a los besos largos,
no era aficionada,
decía que así
no se aprecian bien
los sabores,
y se pinto la cara
de mil y un colores,
tantos que el espejo
ya no recordaba
como era su piel
busca que busca
cada noche la luna,
y solo el sol
la acompaña a casa
a la mañana,
y la vida,
pasa que pasa
y el cielo
en el mismo sitio
que ayer,
y ahora
que el hierro
se oxida,
y los ojos
no desatan tempestades,
llora y lamenta
¡hay que ver,
que puta
la vida esta!
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