
palabras que vienen
y nunca encuentran el camino,
la boca escupe
perezosas intenciones,
que se suicidan,
antes de convertirse
en realidad.
Y a vivir en incertidumbre
pues tú decidiste así,
que me corten la lengua,
obligado a no tener nada que decir,
anclado en esta encrucijada
sin saber que dirección tomar,
hiciste camino sin siquiera
mirar hacia atrás.
Que los dieciocho fueron bonitos
y tiempo pasa para todos igual,
solo madurar y aceptar
que de aquí a un tiempo,
todo a nuestro alrededor cambiara,
las noches eternas
cada vez escasearan más,
y los que se quedaron
tareas más importantes les ocuparan.
Y la adolescente que jugaba
de cama en cama a ser mayor,
algún día abrirá los ojos
cansada de abrazos vacios
y frio en la mañana,
pero el tiempo ya se acabo,
y será demasiado tarde
para echar la vista atrás,
solo le queda volver
a la desierta encrucijada
donde alguien la esperaba
algunos años atrás.
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