Noche oscura
y el espíritu,
a punto de naufragar,
de fondo un corazón
palpita un te quiero,
y una cabeza
grita nunca más.
Mientras,
de mano en mano,
como juguete prestado,
pasa la utopía
por la que un día
distes la vida y más.
Se cansa la rosa
de ser rosa,
se cansa la verdad
de no ser nunca real,
lo que siempre
pensé que fue,
ya nunca más será.
Llego el otoño,
todo henchido en muerte,
solo el vivir
por la deuda
de tiempos mejores
han de venir después.
Recuerdos,
que se empeñan
en habitar,
solo en mi cabeza,
fantasmas del pasado
no para asustar,
sino para esconder
la evidencia
de lo que
realmente es.
Un mal cuento
con final ya escrito,
que por obsceno,
o lujurioso
el narrador
se negó a desvelar.
Y al fondo,
una luz
que apenas
se divisa,
y una esperanza,
que no acaba de llegar,
mientras,
vivimos el día a día
rezando por que el mañana,
no duela mucho más.
Pasan
los malos pensamientos,
encarnados en verdad
y los momentos
que siempre pensaste
jamás se convertirían
en realidad,
pero nuestra realidad
siempre supera
a la ficción
y por eso es
que hace un tiempo,
jamás hubiera
podido siquiera creer
lo que realmente pasó.
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